Este es el chile más picante del mundo con el que podrías asfixiarte
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A veces las mejores cosas ocurren por accidente. Esto es lo que cree Mike Smith, un viverista de Reino Unido. Se encontraba en su pequeño laboratorio a la búsqueda de nuevas variedades de plantas. E increíblemente terminó creando -por error- el chile más picante del mundo. «No era mi intención. A mi ni siquiera me gusta la comida especiada» dice riendo Smith. El caso es que los científicos han examinado este espécimen y han llegado a dos conclusiones. Una, que se trata de el chile más picante del mundo. Dos, que si lo ingieres puedes morir de asfixia o de un shock anafiláctico. Sirva como muestra que nuestro ya famoso horticultor quiso probar el chile de su invención. Tan solo rozó el fruto con la punta de su lengua pero el picor -y dolor- se tornó insoportable. Y eso que la criatura es suya. El chile ha sido bautizado con el nombre de ‘Aliento del dragón’.
Así se mide el picor
De la misma forma que hay una escala para medir los terremotos (escala Richter) hay otra para el picante. Se llama la escala Scoville. Su nombre proviene del farmacéutico norteamericano Wilbur Scoville. Este observó que el picor -formalmente denominado pungencia- lo produce una sustancia llamada capsaicina. Y el químico, después de muchas pruebas, concluyó que el mejor instrumento para analizar el picor era la lengua. Para medir su grado tomaba un extracto de la capsaicina de los chiles y le iba añadiendo agua azucarada hasta que el picante ya no se detectaba. Y este grado de disolución es el que se usa como unidad de medida. Hoy en día no se utiliza la lengua si no la cromatografía líquida.
Para hacerse una idea de cuánto pica el ‘Aliento del dragón’ nada mejor que la comparación con otros alimentos picantes. El tabasco tiene 2.000 unidades. Un pimiento del Padrón, entre 3 y 4.000. El jalapeño cuenta con 40.000. El spray de pimienta que usan las fuerzas de seguridad para repeler ataques, tiene 2 millones de unidades. El hasta ahora chile más picante -‘Segador de Carolina’- desarrollado por una compañía estadounidense, 2.2 millones de unidades. Y el nuevo chile más picante del mundo, nuestro héroe, bate el récord: 2.5 millones. En el otro extremo tenemos la capsaicina pura con 15 millones de unidades.
¿Por qué pican los chiles?
Al parecer es un mecanismo de defensa que la planta utiliza contra los hongos. Los hongos atacan a las semillas y las eliminan, sin darles la oportunidad de que estas se dispersen. Por suerte el compuesto no es dañino para los pájaros ya que no sienten su picor. No es de extrañar entonces que los chiles más picantes se encuentren en las zonas con gran humedad y calor, que hacen proliferar los hongos. Por ejemplo Centro y Sudamérica.
¿De dónde vienen los chiles?
Técnicamente los chiles no son vegetales si no fruta. Son originarios de Sudamérica. Los exploradores transportaron estas plantas a Europa y de allí a Asia y África. Quizás te preguntes cómo a un ser humano se le ocurre probar un chile y añadírselo a la comida. Bien, pues los científicos tienen una teoría para ello. En las regiones del trópico -antes de que llegaran las neveras y ventiladores- los alimentos estaban infestados de microbios, debido al calor y humedad. Los locales comenzó a añadir chile en las comidas porque así había menos probabilidad de tener una indigestión. Muy astutos.
¿Por qué disfrutamos la comida picante?
Como suele pasar en los asuntos relacionados con la ciencia hay varias teorías. Una de ellas es que el ardor libera ciertos compuestos químicos en el cuerpo que dejan una sensación placentera cuando la reacción desaparece. Otra posible explicación es que la capsaicina irrita las mucosas lo que hace que la boca esté más sensible y por tanto se aprecien más determinados ingredientes y sabores. Claro que este disfrute no es posible con el chile más picante del mundo. En este caso solo experimentarías dolor.
Si te has pasado con el picante…
El efecto de la capsaicina dura alrededor de 15 minutos. Pero hay ciertos remedios para sobrevivir durante este tiempo. Lo que más alivia el picor es la leche, gracias a su grasa, y también el yogur. El pan también es un clásico para ayudar a pasar el mal rato. Y por último el azúcar: es suficiente con tomar una cucharadita y dejar que se disuelva en la boca. Un último consejo es no lavarse los dientes: la pasta dental suele contener mentol que solo incrementará la sensación de picor.
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